Los cinco acusados de los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal que fueron sorprendidos en 2017 transportando hacia Galicia 88,5 kilos de hachís no tendrán que entrar en prisión tras haber alcanzado este miércoles un acuerdo de conformidad.
Durante la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, todos ellos han aceptado penas de cárcel que oscilan entre un año y seis meses y un año y nueve meses como responsables de un delito contra la salud pública, y de entre un mes y quince días y dos meses por el delito de integración de grupo criminal.
La sentencia, que asume la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y condena a los cinco acusados al pago de una multa de 250.000 euros, es firme e implica la suspensión de ejecución de la pena para todos condicionada durante dos años a que no vuelvan a delinquir.
Asimismo, la sentencia de la magistrada establece el comiso de la droga, que habría alcanzado en el mercado un valor de más de medio millón de euros, así como del dinero intervenido y condena a los acusados al pago de las costas judiciales.
La Fiscalía pedía en su escrito de acusación 27 años de cárcel para todos ellos y el pago de una multa de 1,5 millones de euros cada uno. Todos ellos, naturales de Vigo y Pontevedra, eran miembros de un colectivo estructurado para transportar hachís que compraban en Huelva y otras localidades del sur de España y transportaban a Galicia para vender a menor escala en Redondela, Vigo y alrededores.
Los cinco acusados estaban bajo la lupa de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional cuando uno de ellos fue sorprendido el 1 de febrero de 2017 en la localidad portuguesa de Monçao por la GNR lusa al volante de una furgoneta en la que transportaba 90 bolsas con cien bellotas de resina de cannabis cada una en su interior, lo que equivale a más de 88,5 kilos de hachís.
Uno de los cinco acusados era el cabecilla de la organización y se encargaba de viajar personalmente al sur de España para negociar la compra de la droga; un segundo tenía un local en Redondela que ponía a disposición de la organización para organizar reuniones y suya era la responsabilidad de conseguir los vehículos que usaba la banda, mientras que los tres restantes transportaban la droga, vigilaban a la Policía Nacional durante el trayecto y distribuían el género una vez en Galicia.
La actividad de la organización quedó desarticulada ese febrero de 2017 ya que tras interceptar el vehículo cargado de droga la Policía Nacional llevó a cabo registros en los domicilios de los componentes de la organización, donde intervino, entre otras cosas, diferentes cantidades de dinero en efectivo, libretas con apuntes contables, más de una docena de teléfonos móviles y tarjetas, diferentes permisos de conducir a nombre de la misma persona o un chaleco antibalas.