El juicio contra Santi Mina y David Goldar por la presunta agresión denunciada en Mojácar en junio de 2017 está teniendo un final tenso. Después de que este jueves, en la tercera jornada, testificaran expertos en psicología para reforzar las tesis de ambas partes, la acusación particular y la defensa se han lanzado un cruce de reproches por las supuestas ofertas que se pusieron sobre la mesa para cambiar la declaración de la demandante o llegar a algún tipo de acuerdo.
En su intervención final, la acusación particular desveló que los acusados “le ofrecieron 400.000 euros a la víctima por acudir a la sala a mentir”, según reproduce el periodista local Javier Pajarón, presente en la Audiencia Provincial de Almería. Una revelación que se antojaba inesperada. En los días previos al inicio de la vista oral había trascendido que se había producido algún contacto para evitar llegar a este punto. Sin embargo, en ningún momento habían trascendido cifras.
Según los letrados que representan a la mujer, los futbolistas intentaron comprar a la joven para que no se mantuviera en su versión contra ellos. Esto ha provocado la reacción de la defensa de Goldar, que aseguró que “fue ella la que se dirigió [a los acusados] y puso algún cero más” en la cantidad a desembolsar. Esta defensa también ha sostenido que el relato de la chica es “insólito”.
Por su lado, el fiscal ha recalcado que “se me hace díficilmente comprensible que, con todos estos elementos, se pueda pensar que estos hechos no han ocurrido, cómo se puede articular que miente la víctima, y no alcanzo a entender cómo se puede llegar en este caso a una sentencia absolutoria”. “La violencia se produjo, no solo por la falta de consentimiento, que no fue tácita, sino que fue expresa, sino también porque el acusado actuó de forma absolutamente sorpresiva, inesperada, imprevisible”, añadió.
Hay que recordar que el Ministerio Publico no presenta cargos contra David Goldar. No obstante, ha destacado que la presunta agresión sexual se produjo “en un espacio pequeño” ocupado por “dos hombres altos y atléticos”, en referencia a la caravana en la que habrían ocurrido los hechos.
El fiscal se ha ratificado en los ocho años de cárcel para Santi Mina. Por su parte, la acusación particular reiteró su solicitud de nueve años y medio de prisión para el jugador del Celta y para David Goldar. Las defensas han pedido la absolución para los acusados. Finalmente, la de este jueves no ha sido la última sesión.
La vista se retomará este viernes porque no ha dado tiempo a que la defensa del futbolista vigués presentara su informe. Además, se pasará la palabra a los acusados para que, si lo estiman oportuno, realicen algún alegato. Será entonces cuando el juicio quede visto para sentencia.
Valoraciones psicológicas
Estas conclusiones se formularon después de escuchar a expertos en psicología citados por las distintas partes. Por un lado, han testificado dos psicólogas, una que atendió en Madrid a la mujer presuntamente agredida y otra que lo hizo en Baleares. Ambas han ratificado que la sintomatología de la joven está asociada a una agresión sexual como la que se juzga. La primera de ellas ha sido contundente en sus conclusiones.
“La sintomatología de ella era evidente desde el primer día”, ha indicado. Se trataba de estrés postraumático y reexperimentación, algo “habitual” en las víctimas de este tipo de delitos. “No tengo duda de que la sintomatología es compatible con una agresión sexual”, ha aseverado. “No recordaba dónde estaba David, se centró en el otro [en referencia a Mina], que para ella era el más peligroso”, ha añadido, según informa desde la Audiencia Provincial de Almería el periodista local Javier Pajarón, especializado en sucesos.
Por su parte, la defensa de Santi Mina, cuya estrategia ha pasado por asociar la ansiedad o los llantos padecidos con “otro trastorno”, ha citado a dos técnicos contratados para evaluar las secuelas de la demandante. A su juicio, se podría haber dado “una exageración de los síntomas” o “un delirio”.
Además, según informa el periodista almeriense Jordi Folqué, estos profesionales han apuntado que los informes psicológicos oficiales no estaban bien elaborados aunque no descartan que la víctima, a la que no han visto, tenga sintomatología tras un episodio de violencia sexual. La defensa ha seguido basándose en el pasado de la presunta víctima previo a 2017.
Forenses y detectives
Cabe recordar que el primer día del juicio, celebrado el pasado lunes, discurrió a puerta cerrada con las declaraciones de la demandante y de los acusados, que mantuvieron que las relaciones sexuales fueron consentidas. El miércoles fue el turno de la Guardia Civil, peritos y médicos forenses, que aseguraron que se detectaron lesiones genitales y extragenitales en la joven.
Uno de los puntos más polémicos de la vista radicó en la aportación, por parte de la defensa, de unos detectives que investigaron a la mujer durante su vida posterior a la denuncia. Una abogada llegó a preguntar por la ropa que solía vestir la presunta víctima, lo que causó cierta incredulidad en las personas presentes en la sala. También desató una ola de críticas sociales. En todo caso, el testimonio fue admitido por el tribunal.