Los hechos, según informó la Jefatura, ocurrieron sobre las 01:00 horas de la madrugada de este viernes en un piso de la calle Esturáns cuando una vecina llamó a la Central de Información y Mando de la Policía Local alertando de que una mujer pedía auxilio desde una vivienda.
Una vez en el lugar, los agentes escucharon desde la vía pública como una mujer pedía ayuda, por lo que se dirigieron a la puerta de la vivienda de donde procedían los gritos y tras llamar de forma insistente consiguieron que un hombre con evidentes síntomas de embriaguez abriese la puerta.
«De malas maneras, el hombre comunicó a los agentes que no les necesitaba para nada, invitándoles a abandonar el lugar, pero su pareja se acercó a la puerta. A pesar de los intentos del varón para que la mujer contactara con los actuantes, un grito de ella motivó que entrasen para protegerla», señala el comunicado policial.
Una vez dentro pudieron comprobar que la mujer tenía la cara ensangrentada y en una de sus cejas una brecha, el rostro arañado y sus prendas manchadas de sangre. Asimismo, pudieron comprobar que la casa se encontraba totalmente desordenada, con objetos por el suelo y manchas de sangre, tanto en la pared de la habitación como en la almohada de
la cama.
La joven, de 24 años de edad, señaló que convive con su pareja desde hace ocho meses y que durante la relación fue víctima de malos tratos, siendo agredida en varias ocasiones, pero que no se atrevió a denunciarlo por posibles represalias. Además, relató que este viernes, tras una discusión, él reacciono de forma violenta y la agredió causándole lesiones en el rostro, a la vez que la amenazaba de muerte. Los agentes de la Policía Local procedieron a la detención de dicho varón.