El tribunal indica en la sentencia que una persona que estaba en la cola propinó al denunciante un puñetazo en la zona nasal, por lo que acudieron al lugar los porteros de la discoteca, “sin que haya quedado acreditado que hubieran golpeado a la pareja en su intervención”.
La decisión se basa también en que las declaraciones de los denunciantes “distaron de ser precisas” e incluso algunas cambiaron con el paso del tiempo, por lo que los jueces estiman que no han servido para corroborar los hechos.