Planeadoras de una red de narcotráfico establecida en la ría de Arousa tenían previsto realizar el trasbordo de parte de la cocaína que transportaba el velero «Goldwasser». Las investigaciones del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) detectaron contactos entre la organización asentada en el sur de España y lancheros gallegos para la descarga del alijo en la costa de Galicia.
La proximidad del huracán «Sam», que pilló de lleno al narcovelero en pleno Océano Atlántico, y la intervención policial impidieron que la droga llegase a manos de los narcos arousanos. Fuerzas especiales del SVA y Policía Nacional intervinieron desde el buque «Petrel I» y los 2.800 kilos de cocaína, según el último pesaje en tierra, fueron descargados este viernes en el Muelle de Trasatlánticos de Vigo.
Sobre las 11:30 horas, el «Petrel I» amarraba en el Muelle de Trasatlánticos junto al «Condor», también de Aduanas. Tras la orden del Juzgado de Instrucción nº 4 de La Línea de la Concepción que investiga a la organización, los dos tripulantes del barco de vela fueron trasladados a la Comisaría de Vigo.
Según informó la Agencia Tributaria, la operación se realizó de forma conjunta con la Policía Nacional y en colaboración con la NCA británica, el MAOC (Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico), OFAST Francia, DEA, DIRAN Colombia y la policía de los Países Bajos.
A bordo del «Goldwasser» fueron aprehendidos 2.800 kilos de cocaína tras ser interceptado al norte de las Islas Azores en un abordaje realizado por una dotación de asalto del buque «Petrel» de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con apoyo de agentes de la Policía Nacional.
La operación, denominada «Midas-Ballestrinque» ha permitido la desarticulación de una organización contrabandista afincada en el área de la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Mediante un dispositivo combinado en mar y tierra se ha procedido tanto a la detención de los dos tripulantes de la embarcación, como de otras tres personas en localidades malagueñas, entre las que se encuentra el líder del grupo.
Agentes de la Policía Nacional iniciaron la investigación a finales del año 2019 como consecuencia de las labores de inteligencia efectuadas en torno a las infraestructuras portuarias. Así se detectó a individuos previamente investigados por su vinculación con el transporte marítimo de cocaína a través de embarcaciones, principalmente veleros.
Las pesquisas condujeron al conocimiento de la existencia de una organización criminal asentada en el Campo de Gibraltar y Costa del Sol dedicada a la introducción de importantes cantidades de estupefaciente a través de embarcaciones. La organización estaba siendo investigada tanto por la Agencia Tributaria, como por Policía Nacional, lo que llevó a acordar en el Citco la investigación conjunta por parte de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Málaga y Canarias, y Greco Costa del Sol y Udyco Central.
Despliegue en mar y tierra
En el inicio de la operación, diversas averías en el barco inicialmente elegido obligaron a la organización criminal a conseguir otro velero que se encontrase en estado óptimo de navegación para la realización de la operación que iban a llevar a cabo, lo que les obligó a adquirir en las Islas Canarias un velero, de nombre «Goldwasserr» (el ahora intervenido), que partió hacia el Caribe.
El desarrollo de la investigación apuntó a que, en un momento dado, el barco habría cargado cocaína e iniciaba el camino de regreso para introducir la mercancía en nuestro país. Por ello, se solicitó autorización al país de abanderamiento de la embarcación sospechosa (Alemania) a través del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) para proceder a su abordaje antes de que pudiera trasbordar la droga a otra embarcación.
El abordaje se llevó a cabo el pasado día 8 de octubre por la dotación de asalto del Buque de Operaciones Especiales del Servicio de Vigilancia Aduanera «Petrel» a unas 480 millas al norte de las Islas Azores, en aguas internacionales.
Las condiciones meteorológicas en que se realizó fueron extremadamente adversas y el momento del abordaje tuvo que retrasarse por el hecho de que el Atlántico Norte estaba afectado por el huracán «Sam», de categoría 4 y con olas de más de 9 metros. Finalmente, el abordaje pudo realizarse y no existió resistencia por parte de la tripulación del velero. A bordo se encontraban dos miembros de la organización, que fueron detenidos. A continuación, el «Petrel» inició el remolque del ‘Goldwasser’ y puso rumbo al puerto de Vigo, donde ha atracado en el día de hoy.
Simultáneamente al abordaje del velero, se produjo la detención de tres integrantes de la organización, incluido el jefe de la misma, así como el registro de sus domicilios en las localidades malagueñas de Mijas y Fuengirola. En los registros se procedió a la incautación de 34.600 euros en efectivo, una pistola, teléfonos móviles que utilizaban para sus comunicaciones, una moto y tres vehículos de gran cilindrada y alta gama, así como diversa documentación para su estudio y análisis.
Actividad de la organización
La organización contrabandista estaba compuesta por ciudadanos extranjeros, todos ellos con antecedentes relacionados con el tráfico de drogas. Los investigados, a los que no se les conocía trabajo legal alguno, desarrollaban un nivel de vida no acorde con sus ingresos, manejando altas sumas de dinero en efectivo y desembolsando grandes cantidades en actividades de ocio, desplazamientos y alojamientos.
La organización optó por veleros para este transporte, ya que reúnen unas características muy concretas y específicas, tanto de posibilidad de carga como de enmascaramiento de su actividad. Al ser habitual que se utilicen en travesías transoceánicas, desde España hasta el continente sudamericano y viceversa, sus desplazamientos pueden resultar menos sospechosos y navegar y abastecerse fácilmente.
Expertos en navegación bajo condiciones extremas
La organización disponía de experimentados individuos dedicados a patronear veleros en condiciones climatológicas adversas, habiendo efectuado el transporte durante un peligroso vendaval en el océano Atlántico, hecho que puso en peligro el éxito de la operación.
Al igual que en otras investigaciones, se ha podido comprobar cómo la organización utilizaba el tráfico marítimo de recreo entre Europa y las islas caribeñas, a cuya sombra expertos en navegación han tratado de aprovechar condiciones climatológicas de peligrosidad extraordinaria para tratar de eludir la acción de las fuerzas de seguridad.