Los peritos forenses han ratificado el informe en el que descartan que el hombre acusado de una tentativa de agresión sexual a una enfermera, en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, tenga alguna psicopatología que hubiera mermado sus capacidades.
El juicio por estos hechos se ha celebrado este miércoles en la sala de lo Penal 3 de la ciudad olívica, y en la vista, el acusado, de 40 años de edad, se ha negado a declarar ni a responder a ninguna pregunta. De hecho, también rechazó ejercer su derecho a pronunciarse al final de la sesión.
Los hechos se remontan a la noche del 7 al 8 de febrero de 2022 cuando, según expone el ministerio fiscal, el acusado estaba ingresado en una habitación de la unidad de Psiquiatría del hospital vigués. En un momento determinado, cuando la enfermera entraba en la habitación para atender a otra persona, el acusado se quitó la ropa y apagó la luz.
Cuando la víctima fue a encenderla, él la abordó, completamente desnudo y con el pene erecto, agarrándola por un brazo y luego por la cintura, para intentar meterla en el baño de la habitación, al tiempo que decía «entra, follar». La enfermera consiguió abrir la puerta de la habitación y pedir ayuda a gritos, y finalmente, cuando ya tenía medio cuerpo en el pasillo, el acusado la soltó y volvió a su cama.
La propia denunciante ha ratificado esta versión en su comparecencia, y ha explicado que el acusado llevaba varios días ingresado y que, aunque no había tenido problemas con el personal sanitario, sí hubo pacientes que se habían quejado por sus comentarios inapropiados, e incluso una mujer que aseguró «que se le había metido en la cama».
Los forenses que evaluaron al hombre tras estos hechos, confirmaron que sus capacidades «no estaban afectadas» y que, si bien puede tener un trastorno de personalidad, «no está definido su diagnóstico». «Puede haber ciertas alteraciones de conducta, pero está descartada una psicopatología grave, de tipo psicótico», han explicado estos profesionales.
«Poca duda de su intención»
La Fiscalía ha mantenido su calificación y sus conclusiones, y pide para el procesado la pena de 11 meses y 20 días de prisión, por un delito de agresión sexual en grado de tentativa, con la circunstancia agravante de reincidencia, ya que el hombre fue condenado por una agresión sexual en 2013 a 9 años de prisión.
La representante de la acusación pública ha señalado, tras la prueba practicada en el juicio, que los hechos han quedado «perfectamente acreditados» y que el acusado, no solo mantenía intactas sus capacidades, sino que perdió la oportunidad de aportar alguna prueba de descargo, «si la hubiera», al renunciar a declarar.
Según ha destacado, el hombre empleó la violencia contra la enfermera y, dado que estaba desnudo, con el pene erecto y se dirigó a ella con palabras de tipo sexual, «hay poca duda de cuál era su intención».
Además de la pena de prisión, la fiscal ha pedido también que indemnice a la perjudicada en 1.000 euros por los daños morales, porque «no está en su sueldo de enfermera tener que soportar estas situaciones».
Por su parte, la defensa ha pedido la libre absolución, y que se tenga en cuenta la eximente «o al menos la atenuante» de su trastorno psiquiátrico. También ha recordado la «total colaboración» del acusado con el personal del hospital tras producirse estos hechos, y ha señalado que, cuando la enfermera hizo ademán de ir a la puerta y llamó a su compañera, él la soltó voluntariamente. «Hubo un malentendido, mi cliente lo interpretó y la dejó marchar», ha zanjado.