La titular del juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra ha expulsado del juicio al acusado de irrumpir a tiros en una fiesta de pedida de mano en O Porriño, Juan Paulo Giménez, por comentarios y aspavientos realizados en sala. Previamente, había ordenado salir también a su hermano, Sinaí Giménez, denominado rey de los gitanos, cuando prestaba declaración como testigo.
«Esto no es un mercadillo», ha asegurado la magistrada tras tomar la decisión de que Giménez, miembro del clan gitano de «Los Morones» fuese enviado al calabozo, después de numerosas advertencias acerca de su comportamiento en el tribunal. La jueza ha advertido que «no puede alterar el orden» de la sesión porque «esto no puede ser una feria» ya que mientras declaraban los testigos el acusado cometió diversas faltas al orden.
Esta circunstancia se produjo después de que todos los asistentes a la fiesta, pertenecientes al clan de «Los Zamoranos», situasen a Juan Paulo Giménez en el lugar del tiroteo, entre ellos las dos víctimas de los impactos de bala, y le han identificado como el autor de los disparos.
«Vi a Juan Paulo disparando»
Una de estas víctimas aseguró que «escuché un disparo, me di la vuelta y vi a Juan Paulo retrocediendo y disparando», mientras que la otra, una menor que resultó herida en la cara, afirmó que tras el impacto del proyectil «me desmayé y no me acuerdo de nada».
Ambos han reconocido la mala relación existente entre su familia y «Los Morones» que, según han declarado, «nos han hecho siempre la vida imposible con el tema de los mercadillos» y, ha añadido la menor, «siempre nos están amargando la vida».
«Escuché tiros y me tiré al suelo»
Otro de los testigos ha asegurado que no tiene «dudas» de que el acusado fue el autor de los disparos, mientras que el camarero que atendía la barra en la fiesta explicó: «Escuché tiros y me tiré al suelo». Con todo, ha subrayado que vio «a una persona pero no sé quién era».
En fase de instrucción, recordó la fiscal, este camarero identificó a Juan Paulo como el autor de los disparos, pero ahora ha dicho «no estoy seguro de que fuera él», algo que la acusación particular ha achacado a amenazas por parte de «Los Morones», confirmadas por el testigo.