El juicio a Santi Mina y David Goldar vive este miércoles su segunda sesión, la primera en audiencia pública, es decir, a puerta abierta. Está previsto que a lo largo de la jornada testifique agentes de la Guardia Civil, detectives privados, médicos forenses, peritos y psicólogos.
La aportación de profesionales que investigaron la vida de la joven tras la presunta agresión sexual ha sido probablemente la decisión más polémica, que recuerda al seguimiento al que se sometió a la víctima de ‘La Manada’ en los Sanfermines de 2016. Aquel caso y, concretamente, aquella investigación fue objeto de muchas críticas e incluso de una demanda por posible invasión de la privacidad y la intimidad.
En esta ocasión, la defensa de los futbolistas también ha considerado oportuno contratar a un profesional para reportar qué vida llevaba la chica después de la denuncia. Este detective, en respuesta a la letrada de Mina y Goldar, declaró que llevaba “un vida social normal”, que “tomaba copas” y que “iba al cine y a la playa”, según informa desde Almería el periodista local Javier Pajarón, especializado en sucesos.
Las preguntas de la abogada no se quedaron ahí. En un momento dado ha indagado sobre la forma de vestir de la joven. Concretamente, ha querido saber si “llevaba faldas y ropa ajustada”. El detective ha contestado que esa indumentaria “es habitual en ella”.
Todo este contenido, que ha sido admitido por la Audiencia Provincial de Almería, vuelve a poner el foco sobre la persecución a la que se somete a las mujeres que denuncian agresiones sexuales, como si la ropa que usan justificara algo. O como si su forma de sobrellevar esos supuestos ataques pusiera en duda su relato o su ‘duelo’ por el presunto delito padecido.
La defensa renunció a la comparecencia de una segunda detective, que llegó a hacerse pasar por una persona interesada en un alquiler para entablar contacto con la presunta víctima durante unos instantes en su edificio. Según informa La Voz de Almería, los letrados no vieron adecuado someterla a preguntas a la vista de la testifical del compañero.
También este miércoles ha sido la primera vez en mucho tiempo que se ha escuchado hablar del asunto al presidente del Celta, Carlos Mouriño. En declaraciones a Radio Marca, ha indicado que “el tema de Santi Mina es complicado” y que “hay un juicio y la presunción de inocencia la consideramos importantísima y esencial”.
Esta es la segunda de las tres sesiones que tendrá el juicio contra Mina -para quien la Fiscalía pide ocho años de cárcel y la acusación particular nueve años y medio- y Goldar -para quien la Fiscalía pide nueve años y medio de cárcel-. La primera se celebró el lunes a puerta cerrada. En ella, los futbolistas defendieron que las relaciones fueron consentidas. Pese al cambio de fechas anunciado, finalmente la tercera sesión ha quedado fijada para este jueves, 31 de marzo.