Parece una práctica del pasado, pero lo cierto es que el abandono de vehículos en plena calle sigue estando a la orden del día en Vigo y es una de las infracciones que la Policía Local busca y persigue a diario. Cada año los agentes identifican más de 600 coches que no se mueven en las calles viguesas.
Un total de 2.462 vehículos han sido “marcados” por la Policía Local de Vigo desde 2018. De ellos lograron que los propietarios retirasen 2.132 y gestionaron el traslado a un centro autorizado de tratamiento de vehículos para su descontaminación y declaración como residuos sólidos urbanos 130.
Los agentes, marcan una rueda del coche y el pavimento cuando hay signos evidentes de abandono. Así controlan si es movido y levantan un acta donde se explica los síntomas apreciados de abandono o deterioro, junto con un reportaje fotográfico.
Si el vehículo presenta deficiencias que le imposibiliten circular, y se constata que está generando un daño o deterioro grave para el medio ambiente, los agentes confeccionan el correspondiente informe, para que se realice el trámite necesario para su retirada y traslado a un centro autorizado para su descontaminación, tras lo que, una vez declarado Residuo Sólido urbano, se emite el certificado de destrucción y la baja definitiva en Tráfico.
Fuentes de la Policía Local destacan el grave problema tanto para los usuarios de la vía pública como para el medio ambiente que supone el abandono los vehículos, aparte de generar un impacto visual negativo en el lugar, por lo que “peinan” a diario el casco urbano, prestando especial atención a las proximidades de centros educativos y sociales, parques infantiles o centros comerciales, lugares de gran afluencia de personas.
La Policía señala que alguna de las actuaciones llevadas a cabo por los agentes, tenían “cierto grado de complejidad”, como la llevada a cabo en el Parque de Matías, por el estado que presentaban los vehículos, dos de los cuales estaban calcinados.
Funcionarios de la Unidad Ejecutiva acudieron a la finca el 6 de abril y comprobaron el mal estado de los vehículos, con la ausencia de matrículas. Sin embargo, lograron identificar los números de bastidor y con ellos los datos de los titulares y el domicilio de ambos.
En un caso el propietario contactó con el seguro, que procedió a la retirada del coche y su traslado a un centro autorizado de descontaminación.
El otro resultó figurar en bases policiales como robado. En cualquier caso, la Policía contactó con la compañía de seguros, que se comprometió a la retirada.
Los agentes comprobaron el día 9 de abril que ambos vehículos habían sido finalmente retirados de la vía pública.