La Policía Local de Vigo tuvo que intervenir esta pasada madrugada para disolver dos reuniones privadas en la ciudad. Aunque se produjeron en las primeras horas de entrada en vigor de la nueva normativa sanitaria, que limita a diez el número de personas que pueden formar parte de estos encuentros, las actuaciones se debieron a los ruidos y molestias que se estaban causando y no se apreciaron incumplimientos de dicha regulación.
Los agentes municipales acudieron, ante el aviso de los vecinos, a un piso de la calle Canceleiro donde se estaba celebrando una fiesta. Allí constataron que se encontraban ocho personas no convivientes. A pesar de no estar quebrantando la norma que se acaba de aprobar, los policías pidieron que cesaran los ruidos y la actuación se pudo resolver sin denuncias.
Además, dentro del refuerzo anunciado esta semana por el Concello de Vigo, una patrulla disolvió un pequeño botellón en la calle Sagunto, que tampoco superaba las diez personas participantes y que también se saldó sin denuncias.
Por otro lado, la normativa sanitaria y el consumo de bebidas alcohólicas propiciaron una intervención diferente este miércoles por la tarde en la calle Doctor Carlos Colmeiro Laforet. Allí se detuvo a un vigués de 50 años debido a que le constaba una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión que pesaba sobre él.
El arresto se produjo a las 17:30 horas después de que una vecina requiriera la intervención de la Policía Local ante la presencia de cinco hombres en la entrada del portal de su domicilio. Según indicaba, estos individuos estaban bebiendo alcohol y no llevaban mascarillas consigo.
Una patrulla se personó en la dirección indicada y pudo comprobar que entre los sujetos se encontraba uno que tenía en vigor esa orden de ingreso en prisión, motivo por el que fue puesto a disposición judicial.