La macabra escena dejó atónitos a los agentes que acudieron a la llamada de los vecinos de la calle Caldas de Reis, en Vigo. El cadáver de una nonagenaria se encontraba momificado por el paso del tiempo y su hija la atendía como si estuviese enferma. Los hechos descritos ocurrieron este viernes, sobre las 12:00 horas, en un edificio del populoso barrio de Coia, donde los vecinos se quejaban desde hace meses por el mal olor que procedía de uno de los pisos.
Agentes de la Policía Local de Vigo localizaron en las últimas horas a una mujer fallecida desde hace «muchos meses» en una vivienda en la que recibía los «cuidados» de su hija. El hallazgo se produjo a raíz de las denuncias de la comunidad de propietarios del edificio de la rúa Caldas, una pequeña calle situada en la parroquia del Santísimo Cristo da Victoria.
Tras varios meses soportando los malos olores e intentando mediar con la vecina, los inquilinos del edificio celebraron una asamblea para solicitar la intervención de las autoridades. Así, consiguieron que este viernes la Policía acudiese al piso para hablar con su residente. Ya en el portal y el rellano los agentes percibieron un fuerte olor. Tras abrir la puerta y negar la inquilina tal extremo, decidieron acceder al domicilio.
En la cama y arropada
En una de las habitaciones se encontraron el cadáver de la madre, de unos 90 años. Estaba vestida con un pijama y arropada con la manta. Tan solo sobresalía su cabeza, con signos claros de estar momificada. La explicación que dijo la hija dejó rápidamente en evidencia que sufría una enfermedad mental.
La mujer señaló que su madre se encontraba mal desde hacía unos meses y relacionó su estado con unas empanadillas. La comida, cuya factura del pasado mes de noviembre de 2021 mostró a los agentes, todavía se encontraba en estado putrefacto en la vivienda. Además, explicó que le daba purés y algunas bebidas como infusiones.
Al menos seis meses fallecida
De inmediato, se dio aviso a la Policía Nacional y al juzgado de guardia para proceder al levantamiento del cadáver. Por su estado, el médico calculó que, como mínimo, ya hacía seis meses de la fecha del fallecimiento, aunque será la autopsia la que determine el tiempo y la causa.
La Policía Científica recogió todo tipo de muestras y rastros en la vivienda. Varias horas después, con la orden judicial, se procedió al levantamiento del cuerpo y a su traslado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia. La hija, de unos 55 años, fue trasladada por los servicios de emergencia al Hospital Povisa para su evaluación médica y su ingreso en la unidad psiquiátrica.