La Policía Nacional ha precintado este miércoles un nuevo inmueble de Vigo presuntamente dedicado a la prostitución. Se trata de un chalet situado en la esquina de las calles Tomás A. Alonso y Ánimas que la Comisaría de Vigo-Redondela relaciona con esta actividad. El cierre de esta vivienda forma parte de la operación completada el año pasado para controlar las denominadas ‘casas de citas’ y atajar posibles delitos de trata de seres humanos y explotación sexual. A lo largo de 2021 se clausuraron cinco inmuebles de Vigo –algunos de la zona de Pizarro– supuestamente vinculados a la prostitución.
En esta ocasión, según ha podido saber VIGOÉ, no se han practicado nuevas detenciones durante la intervención efectuada este miércoles por la mañana, que se limitó a dar cumplimiento de una orden judicial. Mediante este mandato, se precintaron las dos puertas de acceso del chalet -donde la Policía Nacional y el juzgado consideran que se seguía desarrollando dicha actividad-, una a la altura del número 8 de la calle Ánimas y otra ubicada en el número 92 de Tomás A. Alonso.
Estas sospechas no se ceñían a las fuerzas de seguridad y los tribunales. El posible empleo de este chalet como prostíbulo o ‘casa de citas’ era objeto de comentario entre vecinos y trabajadores de la zona, que además solían ver vehículos de alta gama en el lugar.
Operación global
La operación en la que se encuadra la clausura de este inmueble se saldó en 2021 con la desarticulación de dos organizaciones criminales dedicadas a la explotación sexual de mujeres, mediante el ejercicio coactivo de la prostitución. La actividad se desarrollaba en una ‘casa de masajes’ y cuatro chalets de lujo que se anunciaban como de “alto standing”.
En estos lugares, tras practicar los correspondientes registros, se intervino en su día “una importante cantidad de dinero en efectivo, sustancias estupefacientes, fármacos y documentos relacionados con la logística y actividad económica de las organizaciones”, según informó la Comisaría de Vigo-Redondela.
Estas operaciones policiales se enmarcan en la detección de un “incremento” de la prostitución durante los periodos de confinamiento y restricciones sanitarias. Además, esta actividad se desplazó desde los clubes de alterne y la vía pública a las ‘casas y pisos de citas’, que “se amparan en la consideración legal de domicilio particular para dificultar el control y la investigación policial”.
Así, las investigaciones realizadas por la Policía Nacional en coordinación con la Fiscalía de Vigo propiciaron la orden de clausura de los inmuebles por parte de la autoridad judicial. Los procedimientos judiciales se instruyeron por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.