Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encargados del conflicto gitano y el violento episodio que se registró en el carretera VG-20, con una persona herida por disparo de bala, atan cabos sueltos e intentan hacerse una composición de lugar para capturar cuanto antes a los autores del tiroteo.
El análisis balístico, según informaron a VIGOÉ fuentes próximas a la investigación, indica que fue utilizada munición de 9 milímetros Largo semiblindada, material que se comercializa en Portugal. Estos datos son fundamentales en el rastreo del arma que fue utilizada para disparar contras las furgonetas del clan de los “zamoranos” a 500 metros del túnel de Valladares. En principio, la primera conclusión, indica que se trató de una solo arma, aunque no se descarta que hubiese más.
Todo esto, unido a las informaciones obtenidas sobre el conflicto y los movimientos de ambos clanes, lleva a pensar que se trata de un ataque encargado. Tras la refriega, Policía y Guardia Civil vigilaron estrechamente la zona del Baixo Miño por si los autores hubiesen decidido huir en dirección a la “raia” portuguesa. A través de los testimonios de las víctimas, se sabe que viajaban en un Volkswagen Golf, color gris o blanco, y se sospecha que otra vehículo, probablemente una furgoneta blanca, también participó en el tiroteo.
Actualmente, todos los efectivos disponibles de la Comisaría trabajan para esclarecer los hechos registrados poco después de la una y media del mediodía del miércoles, cuando los vendedores recogieron sus puestos en el mercadillo de Coia. Todavía no se ha esclarecido si en el barrio vigués llegó a producirse algún enfrentamiento con armas que deparó en el tiroteo de la VG-20.
Allí, tres vehículos en los que viajaban varias familias de los “zamoranos” fueron tiroteados y uno de los ocupantes resultó alcanzado por un disparo y fue evacuado al Hospital Álvaro Cunqueiro. El herido fue identificado como R.B.S., de 37 años, y las tres furgonetas fueron trasladadas a la Comisaría de Vigo, mientras que agentes de la Policía Científica recogieron varios casquillos en la carretera y marcaron las posiciones de los vehículos escribiendo las matrículas de cada uno con tiza en la calzada.
El enfrentamiento entre los vendedores ambulantes de los clanes «zamoranos» y «morones» ha vuelto a protagonizar un grave altercado en el que en esta ocasión incluso hubo armas de por medio según alertaron algunos vecinos que se pusieron en contacto con los servicios de emergencias señalando que habían oído disparos.
La Policía ya reforzó este miércoles su presencia en el mercadillo de Coia, que se celebra en el entorno del campo de fútbol, en previsión de que podría haber alguna pelea como la semana pasada en Cangas pero al parecer el aumento de los efectivos policiales solo ha provocado que los feriantes trasladasen el conflicto a apenas un par de kilómetros del lugar donde se celebra el mercadillo.
Reyerta en Cangas
El viernes de la semana pasada se registró una pelea con al menos tres heridos entre los que se encontraba Sinaí Giménez, presidente de la Sociedad Gitana Española y candidato a la Alcaldía de Vigo en las últimas elecciones municipales. En esa ocasión las armas empleadas fueron barras de hierro y el escenario fue el recinto ferial de Cangas, situado en la Alameda Nova.
A raíz de los hechos, el Concello de Vigo decidió suspender el mercadillo de este domingo, aunque sí está previsto que se celebren este sábado ferias en San Cosme y Ponteareas. El conflicto gitano ha vivido momentos de tensión en los últimos meses, especialmente en el mercado de Tui, y provocó hace ahora un año que uno de los clanes fuese desterrado de Galicia. Posteriormente, se selló una supuesta paz y las familias regresaron a sus hogares, principalmente en la zona de O Porriño.