La Comisaría de Vigo comenzó este martes, 16 de noviembre, el cribado masivo ordenado por el Juzgado de Instrucción 2 de Tui para esclarecer el crimen de Déborah Fernández Cervera, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en 2002 en una cuneta en la carretera de A Guarda. La madre de la joven, Rosa Cervera, fue la primera en comparecer ante los investigadores para someterse a una prueba de ADN, la tercera que realiza en estos 19 años.
“Lo que queremos es celeridad, aún estamos esperando a las pruebas de la exhumación”, aseguró a la salida de las dependencia policiales. A lo largo del día, comparecerán otras 28 personas que han aceptado participar en el cribado. La jueza ordenó la pasada semana la realización de estas pruebas ara cotejar las muestras con los restos hallados bajo las uñas de la joven en la nueva autopsia realizada tras su exhumación.
Agentes de la sección de homicidios y desapariciones de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (Ucdev) son los encargados de tomar muestras biológicas a las que hasta ahora no se les había pedido su perfil genético. El juzgado dio el visto bueno a la prueba solicitada por los abogados de la familia tras el informe pericial del despacho de criminólogos Balfagón y Chippirrás.
Se trata de un gran avance en busca del asesino de la joven viguesa tras localizar en su cuerpo fibras compatibles con ropa de cama, así como los restos ya localizados en su día bajo el cuerpo. El auto dictado el pasado mes de octubre también autoriza a investigar a varios vehículos que fueron vistos en la zona de la desaparición de Déborah.
Inspección del coche del exnovio
Peritos especializados de la Policía Nacional desplazados a Vigo desde Madrid ya inspeccionaron el pasado 30 de septiembre el coche del exnovio de Déborah Fernández. Su familia ha defendido siempre que la joven fue víctima de un asesinato, de modo que encargaron en su momento un informe médico legal pericial suscrito por un médico especialista en medicina legal y forense que determina “con una certeza moral, matemática y jurídica” que “estamos ante una muerte violenta de etiología médico-legal homicida por anoxia anóxica”.
Una de las hipótesis es que Déborah fue asfixiada y que la manta objeto de análisis y cuyas firmas coinciden con las halladas por el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid pudo ser la que se utilizó para cometer el crimen o envolver el cadáver.
Además, el pasado 21 de octubre declararon en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui dos policías y la prima de Déborah, Nuria Fernández Cervera, que hablo con la fallecida el 30 de abril de 2002. Fue la última persona en hacerlo, diez días antes de que se hallase el cadáver.