La reincidencia en los delitos relacionados con la seguridad vial no suele acarrear penas de cárcel. Pero la justicia ha enviado a prisión a un vecino de Vigo de 47 años que ha sido interceptado hasta en seis ocasiones conduciendo sin haberse sacado nunca el permiso de conducir.
Esta persona venía circulando por las calles de la ciudad “de manera habitual” y en todas las ocasiones presentaba a la por la Policía Local una denuncia de extravío de su permiso portugués, que en realidad nunca había obtenido.
La primera intervención se remonta al 31 de octubre de 2020. Ese día fue interceptado en un control mientras circulaba al volante de su vehículo. Los agentes realizaron las gestiones oportunas con las autoridades lusas para saber si el carnet que presentaba era legal o falso. De esa forma, confirmaron que el sujeto carecía de cualquier permiso emitido por dicho país. Tampoco le costaba autorización alguna en España.
Los policías instruyeron el correspondiente atestado, pero este vigués fue localizado nuevamente el 14 de noviembre de 2020 conduciendo. De nuevo, mostró un documento de pérdida de la carta de conducción portuguesa. Volvió a ser interceptado en las mismas condiciones el 24 de marzo, el 5 de octubre y el 30 de noviembre de 2021, fechas en las que estaba cumpliendo una condena de jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad, de las cuales le restaban 80 días.
Dichas penas respondían a las sentencias firmes de los juzgados de instrucción números 2, 4 y 8 de Vigo. En todas ellas se le había hecho la “advertencia expresa” de no conducir vehículo motor alguno mientras no se sacara al examen de conducir.
Sin embargo, el pasado 13 de marzo de 2022 fue sorprendido otra vez cuando conducía el vehículo con un amigo, después de haber sido citado para juicio rápido. En esta ocasión, el Juzgado Instrucción número 3 de Vigo dictó una sentencia firme que le condena a seis meses de prisión por un delito continuado contra la seguridad del tráfico. Realmente, deberá cumplir una pena de cuatro meses de cárcel al serle reducida en un tercio.
No obstante, a esta sentencia se suma la procedente del Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo, que le condena a seis meses y un día de prisión “al tomarse en consideración la especial reprochabilidad de la conducta del acusado, quien pese a las sucesivas y numerosas condenas y privaciones de conducir de un vehículo a motor, desoyendo las mismas resoluciones judiciales, se vuelve a poner a manos de un vehículo, sabedor de la trascendencia que dichos actos llevan consigo y siendo la conducta contumaz en la infracción de la norma”.
Las autoridades han considerado que el hombre ha demostrado “un absoluto desprecio hacia las más elementales normas de seguridad vial, como es obtener la preceptiva autorización para conducir eliminando de este modo, el riesgo potencial ante la falta de control de las aptitudes de todo conductor para desarrollar la actividad de la conducción”.