Peritos especializados de la Policía Nacional desplazados a Vigo desde Madrid inspeccionaron el pasado 30 de septiembre el coche del exnovio de Déborah Fernández, la joven cuyo cadáver apareció en una cuneta hace 19 años.
La inspección ocular del vehículo, un Volkswagen Golf, se llevó a cabo en el interior del garaje familiar ante la imposibilidad de sacarlo de allí, según la familia de Déborah, muy crítica con el modo en que se llevó a cabo un examen que podría arrojar pruebas sobre el caso, según ha dicho este jueves a las puertas de los Juzgados de Tui Rosa, la hermana de la víctima.
Es la segunda inspección que se realiza del automóvil del exnovio de Déborah Fernández, tras la de 2010, cuando no se encontró absolutamente nada, lo que resulta extraño para la familia de la joven, que entiende que fue asesinada y que apunta a su exnovio como principal sospechoso.
De hecho, a principios de mes el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid remitió los primeros informes derivados del estudio de los restos biológicos hallados bajo las uñas del cadáver de Déborah, exhumado el pasado 18 de mayo, los cuales son compatibles con ropa de cama que perteneció al exnovio de la joven.
Este jueves declararán en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui dos policías y la prima de Déborah, Nuria Fernández Cervera, que hablo con Déborah el 30 de abril de 2002 y fue la última persona en hacerlo, diez días antes de que se hallase el cadáver. Sería la primera vez que declara en el juzgado, “lo que tiene guasa”, según ha dicho Rosa.
Además de Nuria, y a instancias de la Audiencia, está previsto que declaren dos agentes de la Policía Nacional, el primero que instruyó la causa en 2002, y el que la llevó en 2008, el cual vio cómo se cerraba el caso tras entregar el llamado Informe Arcano.
Estaba previsto que declarasen otras dos personas, pero no acudirán porque no les llegó la notificación a tiempo pese a que las partes conocen desde agosto lo que iba a suceder este jueves en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui.