Según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, se acuerda esta medida, solicitada por el Ministerio fiscal, al entender que existe riesgo de fuga por la gravedad de los hechos investigados, así como para evitar que pueda atentar contra bienes jurídicos de la víctima y también para impedir la alteración de medios de prueba.
Los hechos ocurrieron la madrugada del lunes en la calle Martínez Garrido, donde la arrestada, de 54 años, presuntamente sedó y causó heridas con un arma blanca a la novia de su expareja.
Los agentes de la Policía Nacional acudieron al domicilio de la víctima al recibir una alerta vecinal por unos ruidos que se estaban produciendo en la citada calle. Una dotación que se encontraba en las inmediaciones se detuvo a la altura de la rotonda y auspiciada por el silencio de la noche percibió un leve llanto. Al observar las viviendas cercanas vio luz en una de ellas y se dirigió a ese portal. Al llegar, los efectivos desplazados localizaron el piso y llamaron a la puerta pero no consiguieron que nadie les abriera. Sin embargo, desde el interior oyeron gritos de una persona que pedía auxilio porque se encontraba retenida, por lo que tuvieron que forzar la entrada.
Al acceder al inmueble se encontraron con dos mujeres –presuntas agresora y agredida, que se encontraba semidesnuda- y mucha sangre a la vista. Según relató la víctima, la supuesta autora del intento de asesinato la había abordado en un descansillo del edificio cuando llegaba a casa por la noche y la emplazó a entrar.
Una vez en el interior, la obligó a tomar un blíster de somníferos y a desnudarse para meterse en la bañera. Además, armada con un cuchillo de 19 centímetros de hoja, le provocó unos cortes en un brazo y una pierna para que empezara a sangrar abundantemente. Toda esta mecánica apunta a la posible intención de hacer pasar el crimen por un suicidio. La acusada, que había mantenido una relación con el compañero sentimental de la víctima, fue arrestada y puesta a disposición judicial. La otra mujer fue trasladada al hospital Álvaro Cunqueiro para ser atendida de sus heridas.