Los problemas técnicos, concretamente de acústica, en la macrosala de la Ciudad de la Justicia de Vigo impiden la reanudación del juicio por el alijo de cocaína incautado a bordo del buque MV Karar, en abril de 2020, y la vista señalada para este jueves a las 10,00 horas no ha podido comenzar.
Estos problemas de reverberación y eco han sido denunciados reiteradamente por abogados, fiscales y magistrados, y pese a algunas mejoras introducidas, la sala sigue siendo inadecuada para la práctica de algunas pruebas. Es lo que ha ocurrido en las últimas horas con el intento de reproducción de unas grabaciones realizadas a algunos acusados de la causa del Karar.
Así, este miércoles el Fiscal pidió reproducir durante el juicio algunas conversaciones grabadas con un micrófono que había sido colocado en un vehículo pero, el ruido ambiente de la propia grabación y la mala acústica de la macrosala imposibilitaron que pudieran escucharse con una mínima claridad.
Precisamente por ello, la sala acordó suspender el juicio y solicitar la asistencia técnica para solventar el problema. La reanudación estaba prevista para este jueves a las 10,00 horas pero las deficiencias seguían sin resolverse.
A lo largo de la mañana, los técnicos han estado haciendo pruebas y, tal y como habían advertido las propias magistradas en las últimas horas, a falta de otra estancia alternativa en Vigo, no se descarta que las sesiones se trasladen a dependencias judiciales de Pontevedra.
En Vigo, la macrosala de la planta baja es la única estancia con capacidad para albergar a todas las partes que participan en este juicio: 28 acusados, una decena de abogados defensores, fiscal, acusación particular y el propio tribunal.
Otras incidencias y suspensiones
La jornada de este miércoles ya estuvo marcada también por las incidencias en la macrosala debido a las protestas de las defensas por la utilización de notas por parte de un testigo, y por los problemas técnicos que han impedido escuchar unas grabaciones y que, como en la jornada de este jueves, han llevado a suspender la sesión sin que la declaración de ese testigo hubiera finalizado.
Sin embargo, las incidencias constantes han marcado el juicio desde el principio. Así, antes del inicio de las sesiones, se produjeron dos suspensiones y, una vez comenzado, también han sido constantes las peticiones de suspensión por parte de las defensas por diversos motivos.
En la jornada del miércoles, cuando se estaba produciendo el interrogatorio de un testigo policial (que declaraba tras un biombo) por parte de la Fiscalía, las defensas han interrumpido la sesión para advertir a la sala de que dicho testigo estaba utilizando notas y apuntes, cuando la ley solo lo permite en casos excepcionales. En ese momento, poco antes del mediodía, el tribunal ha suspendido la sesión para analizar dichas notas y para ponerlas a disposición de las defensas.
Esta incidencia ha provocado numerosas protestas de los abogados, que han advertido de que se estaba produciendo un «fraude procesal» y generando «indefensión» a los acusados, de manera que solicitaron que se anulase este testimonio, ya que el testigo estaba «siguiendo un guión» y refiriéndose a actuaciones policiales en las que él no había intervenido.
Tras la reanudación, el tribunal ha acordado continuar al juicio, incorporando las notas del agente al acta de la vista, y advirtiendo de que serán valoradas en el momento oportuno, al igual que la credibilidad del testigo.
Lo ocurrido ha provocado las reacciones de varios de los acusados, hasta el punto de que la presidenta del tribunal ha tenido que advertirles de que debían guardar silencio y mantener las debidas formas.
Por otra parte, durante el interrogatorio de este testigo (el único que ha comparecido este miércoles), la Fiscalía interesó que se reprodujesen en la sala algunas grabaciones de conversaciones entre los acusados, en las que supuestamente hablan de los preparativos para el alijo de la droga, pero la mala calidad de dicha reproducción ha impedido que se pudieran escuchar.
Así, por varias veces se intentó la escucha, pero no fue posible distinguir las frases y el ruido ambiente de las grabaciones (realizadas a partir de un dispositivo instalado por la Policía en un vehículo) tampoco ayudó, a lo que se añade la mala acústica de la macrosala, que produce ecos y reverberaciones.
Por ello, el tribunal acordó suspender la sesión de este miércoles, y requerir la intervención de los servicios técnicos de la Ciudad de la Justicia para mejorar esas condiciones.
Este jueves se retomaba el juicio y, en caso de que esos problemas no se hayan solucionado -como ha sucedido-, las magistradas han apuntado a la necesidad de buscar «una sala alternativa».
Además de la sesión que falta esta semana, se han señalado sesiones de este juicio también para junio y, al ritmo que se están produciendo las declaraciones, es posible que se alarguen incluso más allá del verano, teniendo en cuenta que hay citados en torno a un centenar de comparecientes, entre testigos y peritos, y que hasta ahora solo han declarado dos (y uno de ellos no ha terminado).