Una veintena de personas que este lunes disfrutaban de la tarde en la zona de la ETEA asistieron a una escena «de película» que, afortunadamente, se saldó sin que se produjesen heridos.
Era alrededor de las 18:00 horas de la tarde cuando un pequeño catamarán que cruzaba la ría desde Meira volcó, con dos personas a bordo. «La marea estaba muy alta, el mar estaba muy picado y la embarcación era muy pequeña, así que volcó», explicó a Vigoé una de las testigos de lo ocurrido.
Enseguida se dio la voz de alarma desde la ETEA ya que las dos personas estaban en el agua, con la mala mar.
La mujer fue la primera en ser rescatada y llevada hasta la ETEA, y poco después llegaba el hombre a bordo de la zodiac de un yate, que también remolcó la embarcación con una cuerda hasta la rampa, ya que al estar en ese momento la marea alta no hay playa.
«Había unas diez o doce personas en la rampa que se apartaron nada más llegar la embarcación y tan pronto como estuvieron los dos chicos en tierra todo el mundo comenzó a aplaudir porque, por suerte, no pasó nada», explica una vecina de la zona. Al momento, tanto las personas que se encontraban en la rampa de piedra como los del chiringuito les ofrecieron ropa y toallas.
«Ella lo primero que hizo fue preguntar si aquello era la Riouxa y yo le dije que no, que era la ETEA», indicó una vecina, que precisa que la mujer le dijo que era de Moaña. «Quisieron cruzar porque la marea estaba alta, pero la mar estaba muy picada y el catamarán era muy menudo, no tenía peso y no lo pudieron controlar así que el palo se fue al agua», subrayó esta vecina, Suca, que añade que la zona «es muy traicionera». «Cuando éramos jóvenes y no estaba ni siquiera el puente de Rande, cruzábamos desde aquí hasta San Bartolameu, pero cuando había norte, lo que hacíamos era seguir hasta Domaio y enfrente de Chapela para que el norte nos arrastrase hasta aquí», relata. «Parece que no, pero el otro lado está lejos y si no lo conoces es muy peligroso cruzar», insiste.
Hasta la ETEA se desplazaron dos patrullas de la Policía Local y dos ambulancias que atendieron a la pareja, de unos treinta años de edad, con frío pero ilesos.
Se da la circunstancia de que este domingo también se produjo un incidente similar relacionado con la mala mar después de que un barco perdiese su posición y acabó encallado en la arena de la playa de Canido, ante el asombro de los bañistas que en ese momento se encontraban en la zona.