La Guardia Civil completó este domingo una actuación un tanto singular durante un control preventivo de alcohol y drogas en la carretera N-554, a la altura de Vilaboa. Una conductora, vecina de Ourense, dio una tasa de 0,81 mg/l de alcohol en aire espirado, más de tres veces la tasa mínima permitida, por lo que procedió a investigar a la misma por un delito contra la seguridad vial.
Las diligencias instruidas se remitieron al juzgado de guardia de Cangas y la mujer puede enfrentarse a pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En todo caso, el hecho lleva aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Pero lo llamativo del caso fue que la investigada, al tener que dejar inmovilizado su vehículo, llamó a un amigo de Vigo para que fuera a recogerla. El hombre apareció en el lugar y a su llegada fue requerido para realizar la prueba de alcoholemia, en la que dio un resultado positivo de 0,31mg/l en aire espirado.
Por ese motivo, se formuló una denuncia administrativa, calificada de muy grave y que conlleva la detracción de cuatro puntos de su permiso de conducción, así como una sanción de 500 euros.