La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a un año de cárcel, como autor de un delito de lesiones, a un cliente que en julio de 2019 le rompió la nariz de un puñetazo a la camarera de un establecimiento situado en las inmediaciones del estadio de Balaídos.
El tribunal, que tuvo en cuenta a la hora de dictar la sentencia la atenuante simple de enajenación mental, también le impuso la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima durante tres años, así como el abono de una indemnización de 9.756 euros. Los magistrados indican en el fallo que el sospechoso golpeó a la trabajadora del local durante el transcurso de una discusión y «sin previo aviso».
El fuerte puñetazo provocó que la mujer se cayese al suelo. Los jueces consideran probado que un testigo entró en el bar a socorrer a la víctima mientras el agresor permanecía en la barra «terminando su café tranquilamente». Como consecuencia del golpe, la camarera sufrió la rotura del hueso nasal y la desviación del tabique.
El condenado, según consta en la resolución, está diagnosticado de retraso mental leve y trastornos de conducta con déficit de control de impulsos, por lo que el tribunal considera que en el momento de los hechos su capacidad volitiva estaba disminuida de forma leve.