Un vigués de 56 años fue detenido este fin de semana en la ciudad después de protagonizar un altercado con la Policía Local y, además, conducir bajo los efectos del alcohol. El hombre cuadruplicó la tasa permitida en la primera prueba y se negó a someterse a la segunda. Además, está acusado de intentar huir y agredir a un agente. Los hechos, según ha informado este martes el cuerpo municipal, tuvieron lugar en la madrugada del pasado sábado, en torno a las 05.00 horas.
En ese momento, una patrulla que transitaba por la Rúa de Canido se vio obligada a dar un volantazo al ver cómo un coche que avanzaba por el otro carril invadía el sentido contrario. Por ello, se inició una “persecución” con “los dispositivos ópticos y acústicos” activados. Los agentes consiguieron interceptarlo en la Avenida de Samil, en las inmediaciones del puente que discurre sobre el río Lagares.
Al comprobar que el individuo “presentaba claros síntomas de encontrarse bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas” le efectuaron el correspondiente test. El resultado fue positivo: 0,97 mg/l de aire espirado. La dotación policial solicitó la presencia de una unidad de Atestados para completar la prueba de contraste pero “el aludido se negó tajantemente a realizarla” a pesar de que “fue advertido de que tal acto constituye una desobediencia grave, causa de denuncia judicial e instrucción de diligencias”.
“Ante esta información, trató de iniciar la marcha del vehículo con la intención de darse a la fuga, pero uno de los agentes se introdujo por la puerta del conductor y logró retirar las llaves del contacto. El policía recibió como respuesta un puñetazo en la cara, pero pudo bloquearlo con el antebrazo”, relata el 092. Por estos hechos, se procedió a su inmediata detención por un delito de desobediencia grave y otro de atentado a la autoridad.