Un gesto tan frecuente como el de bajar un momento del coche, sin apagarlo, y dejando a los hijos dentro para hacer un recado rápido provocó ayer un susto que será difícil de olvidar a una familia aunque, afortunadamente, sin mayores consecuencias.
Ocurrió pocos minutos antes de las cuatro de la tarde en la calle Tomás Alonso de Vigo, a la altura del número 10, muy cerca del cruce con Peniche, donde un individuo, aprovechando que un hombre había bajado del vehículo dejándolo en marcha, entró y lo robó.
Se trataba de un hombre de mediana edad -con gorra y mascarilla- que se llevó el automóvil con las llaves puestas pero en el que estaban la mujer del conductor -iba de copiloto- y sus dos hijos, uno de ellos un bebé, que llevaba su madre en brazos mientras que el otro niño, de 4 años, iba en la parte de atrás del vehículo. Al parecer, sacó un cuchillo y les amenazó, dándose a la fuga con ellos dentro pero siendo completamente unos desconocidos.
El padre de familia, tras presenciar lo ocurrido, comenzó a gritar y a correr detrás del vehículo y se dio la circunstancia de que en la zona se encontraba un policía nacional fuera de servicio que tras presenciar el robo, se subió a su moto y emprendió la persecución, cruzando delante del coche y cortándole el paso. Acto seguido, el agente lo sacó del coche y tras un forcejeo llevó a cabo su detención, trasladándolo a la Comisaría.
Acto seguido, el agente fuera de servicio acudió a un centro sanitario para revisar las heridas sufridas durante la accidentada persecución mientras otros policías atendieron a la familia, aterrada por lo ocurrido.
El detenido ha pasado a disposición judicial, según han informado este miércoles fuentes de la Policía Nacional, y la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, siendo investigado por robo con violencia, detención ilegal, atentado y lesiones