La Policía Local de Vigo tuvo que intervenir este martes por la tarde en un episodio de violencia de género que se saldó con lesiones tanto para la víctima como para el presunto agresor. El suceso se produjo en un local de hostelería de la calle Colombia, desde donde se pidió ayuda a la Policía Local, que trasladó una patrulla mixta al lugar.
Una vez en el punto, la agente se entrevistó con la mujer, que “lloraba desconsoladamente”, según informa el 092. Según relató, se encontraba en el interior del establecimiento acompañada de otro hombre cuando su expareja, sobre quien pesa una orden de alejamiento, irrumpió en el bar y comenzó a increparla y a exigirle que se fuera con él.
Al no acceder, “la sujetó fuertemente del brazo para sacarla a la fuerza pero ella ofreció resistencia, recibiendo como respuesta un puñetazo en el lado derecho de la cabeza, sujetándola de los pelos, desequilibrándola y logrando tirarla al suelo y arrastrarla al exterior del local”, indica el cuerpo municipal. Con todo, la mujer contó a la policía que logró zafarse y corrió a resguardarse detrás de la barra.
Por otro lado, el otro componente de la patrulla se entrevistó con el acusado, que estaba en el exterior del establecimiento en estado de embriaguez y “se negaba a colaborar en modo alguno respecto al relato de los hechos, observando el funcionario que de su hombro derecho brotaba sangre, negándose a explicar a que era debido ese hecho”.
Fueron dos testigos que se encontraban en el lugar los que arrojaron luz a esa cuestión. Ambos confirmaron plenamente la versión de la mujer pero añadieron que una vez que llegó a la barra perseguida por el varón, cogió un cuchillo que había en el interior de la barra y se lo clavó al atacante en el hombro derecho.
La patrulla resolvió el altercado arrestando a ambos por las lesiones causadas y en el caso del hombre añadiendo un delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento, decretada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de O Porriño.