Un hombre juzgado este jueves en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, por haber supuestamente agredido sexualmente a dos jóvenes menores de 16 años de edad, J.A.H.F., ha negado las acusaciones, aunque ha admitido que sí mantuvo un encuentro sexual con uno de ellos, pero fue un acto “consentido”.
El procesado, para quien la Fiscalía pide penas que suman más de 20 años de prisión, ha explicado en su declaración ante el tribunal que fue detenido dos veces, en relación con los hechos que se juzgan. Un arresto se produjo después de una denuncia por parte de un menor, por unos supuestos tocamientos, mientras que la segunda se produjo tras haber mantenido relaciones sexuales con otro chico, que él asegura fueron consentidas.
Según ha explicado el acusado (que solo respondió a preguntas del Fiscal y de su letrado), se dedicaba a cortar el pelo a personas a domicilio, aunque algunos clientes iban también a su casa, y conocía a los menores por esa actividad. En el caso de la primera denuncia, explicó que había ido a casa del menor y que éste le pidió que le pusiera un tratamiento de queratina en el pelo; como no tenía el producto en ese momento, acordaron que el niño iría a su casa.
La Fiscalía sostiene que, en el domicilio del acusado, éste sometió a tocamientos al menor, aunque en el plenario, el procesado ha afirmado que no se produjo esa agresión, y que únicamente gastó “una broma” al niño, dándole una palmada en un costado.
Relación “consentida”
Con respecto a la otra agresión, el acusado ha afirmado que era el chico el que insistía en acudir a su casa a cortarse el pelo, y que le había hecho insinuaciones de tipo sexual en varias ocasiones. Con todo, J.A.H.F. ha asegurado que no conocía la edad exacta del denunciante y que siempre creyó que tendría “16 o 17 años”.
El día de los hechos, ha explicado, el menor se presentó en su domicilio con el pretexto de cortarse el pelo. Una vez en el apartamento, y según la versión del acusado, ambos mantuvieron un encuentro sexual de mutuo acuerdo; aunque el procesado negó esas relaciones en sus declaraciones en el juzgado en fase de instrucción.
El acusado, que tiene el virus del VIH, ha asegurado que entregó al menor un preservativo para que se lo pusiera, aunque ha matizado que, según los últimos informes médicos, tenía “carga viral cero”.
Asimismo, ha indicado que, después de ese encuentro, siguió en contacto con el chico y que éste le siguió enviando mensajes se tipo sexual. Días después de haber estado en su casa, se volvió a presentar allí e intentó que el acusado le comprara un teléfono, a lo que éste se negó, según ha declarado.
Acusación pública
La Fiscalía mantiene que el acusado realizó tocamientos al primero de los menores, y que obligó al otro a tener relaciones sexuales completas, a pesar de que saber que tiene SIDA, sin preservativo. Como resultado de ese encuentro, el chico contrajo una infección gonocócica y desarrolló un cuadro ansioso-depresivo.
Por estos hechos, pide que sea condenado a penas que suman más de 20 años de prisión (por dos agresiones sexuales y un delito de lesiones), y que indemnice a las víctimas por las lesiones, secuelas y daño moral en un caso (en más de 28.000 euros) y por daño moral en otro (en 7.000 euros).