Un vigués de 27 años afronta 2.200 euros en multas por conducir un vehículo de movilidad personal (VMP) bajo los efectos de las drogas y por no usar el alumbrado obligatorio por la noche. El joven fue interceptado dos veces en un plazo de 12 horas. La primera ocasión cometió las dos infracciones (1.000+200 euros) y la segunda, ya de día, ‘solo’ la que prohíbe conducir tras haber consumido sustancias estupefacientes (1.000 euros).
En un primer momento, la Policía Local le dio el alto en la calle Urzaiz en la madrugada del pasado sábado, poco después de las 05:00 horas, al verle circular sin luces. Al hablar con el joven, los agentes se dieron cuenta de que “presentaba síntomas compatibles con el consumo de algún tipo de sustancia”, según indica el cuerpo municipal en un comunicado emitido este jueves. Por ello, le sometieron al preceptivo test de drogas, que arrojó un resultado positivo en THC. Ante esta situación, los policías cursaron las correspondientes multas administrativas e inmovilizaron el vehículo en el depósito municipal.
Este castigo no impidó que otra patrulla se lo volviera a encontrar al día siguiente, en torno a las 17.40 horas, y también le diera el alto. Al cotejar su identidad con la base de datos, los agentes comprobaron que se trataba de la misma persona y, nuevamente, se le obligó a pasar el test de drogas, que volvió a dar positivo en THC. Por tanto, otra vez fue sancionado y el vehículo que llevaba fue inmovilizado en el depósito municipal.