Un vigués de 35 años fue detenido por la Policía Local por un delito contra la seguridad vial y por enfrentarse a los agentes que le intentaron ayudar después de causar dos accidentes de tráfico de forma consecutiva, uno tras chocar contra tres vehículos aparcados y otro al colisionar contra el muro de una vivienda.
Aunque el suceso ha trascendido este martes a raíz de las informaciones facilitadas por el cuerpo municipal, los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo en la calle Oliveira, en el barrio de Teis. Por allí circulaba una patrulla a las 01.40 horas para vigilar el cumplimiento del toque de queda. En un momento determinado, los componentes de la unidad “tuvieron conocimiento que en esa misma calle había un varón ebrio y muy agresivo”.
Mientras lo buscaban, fueron abordados por un ciudadano que les informó de que el sujeto acababa de subirse a un coche y había iniciado la marcha, señalándoles el punto en el que se encontraba. Los agentes dieron un cambio de sentido para interceptarlo y pudieron oír “perfectamente” varias colisiones.
Al aproximarse al vehículo, observaron que había impactado contra tres turismos estacionados, que presentaban diversos daños. “Cuando le iban a dar alcance, el conductor realizó un giro brusco a la izquierda e impactó contra el portal de hierro de acceso a una vivienda, causando daños a mayores en el muro de dos fincas colindantes más”.
Uno de los policías se bajó del coche patrulla para tratar de auxiliarle. Al abrir la puerta, el conductor “cayó directamente al suelo desde el habitáculo, sin haber llegado a apearse”. Como presentaba la cara “ensangrentada”, se solicitó la presencia de una ambulancia pero en ese momento el individuo se levantó mientras “profería insultos” y “alzaba el puño con intención de agredirle”.
“El otro miembro de la unidad le sujetó el brazo y se produjo un forcejeo que finalizó con ambos por el suelo, mostrándose el conductor muy agresivo y teniendo finalmente que reducirle y engrilletarle”, según informa la Policía Local. En el lugar se personó una dotación de Atestados, que invitó al conductor a someterse a la prueba de alcoholemia debido a que mostraba “todos los síntomas compatibles con en este tipo de situaciones”.
Sin embargo, el hombre “mantuvo su línea de conducta y se negó en redondo, mientras continuaba insultando y amenazando a los agentes”. Al llegar la ambulancia “también se negó de manera tenaz a ser asistido por los sanitarios, dirigiéndoles insultos”, por lo que finalmente se le administró un tranquilizante. La intervención concluyó con el traslado del acusado al hospital Álvaro Cunqueiro, donde permaneció escoltado por una dotación policial.