Una vez en el lugar, los efectivos desplazados observaron cómo un hombre introducía su brazo a través del cristal de la puerta de entrada para acceder al domicilio, por lo que los agentes le advirtieron que cesara en su empeño y se retirase de la puerta.
Uno de los componentes se entrevistó con la requirente, de 88 años, la cual, “muy nerviosa y sollozando”, según informa el cuerpo municipal, manifestó que tenía mucho miedo de su nieto, ya que tras romper la puerta la amenazó de muerte. Además, relató que esa misma tarde le había propinado un puñetazo en el lado derecho de la cara y le había tirado de las orejas. Según contó, los malos tratos eran habituales.
El sospechoso negó los hechos y afirmó que le “daba igual” que lo detuviesen porque su abuela retiraría la denuncia y volvería a su casa, como ya había pasado en otras ocasiones. Finalmente, los policías procedieron a su arresto.