Una pelea entre mascotas dio origen a un conflicto entre particulares y finalmente acabó con una persona detenida por la comisión de un delito de atentado a un agente de la autoridad.
La Policía Local informó este jueves de que el incidente se produjo el pasado martes, a las 21:00 horas de la tarde, en la calle Doutor Corbal. Hasta allí acudieron varias dotacones de la Policía Local y de la Policía Nacional por un conflicto entre una mujer y un hombre que paseaba a dos mascotas y que ya se había ausentado del lugar, solicitando una ambulancia para atender a la mujer.
Según el relato de la Policía Local, mientras identificaban a la mujer y trataban de obtener información sobre lo ocurrido, se aproximó un hombre que caminaba con una muleta, sin mascarilla y fumando.
El hombre, aparentemente ajeno a los hechos, se aproximó a los agentes que le advirtieron sobre la prohibición de fumar, al tiempo que le instaban a que guardase la distancia de seguridad. El aludido contestó despectivamente que no tenía mascarilla y que tampoco tenía intención de dejar de fumar.
Uno de los agentes de la Policía Nacional le facilitó una mascarilla de reserva, que el individuo recogió para colocarse en la barbilla, mientras seguía fumando, desafiando a los agentes que le volvieron a invitar a que la utilizase correctamente y que le advirtieron que si proseguía con la misma actitud sería sancionado. Al no deponer su actitud fue identificado como C.M.G., de 44 años de edad. Acto seguido reaccionó acercándose a uno de los agentes manifestando que quería ser detenido «porque la asistenta social no le pasaba pensión y así comería gratis», según indica la nota de la Policía Local.
Incapaces de hacerle entrar en razón y de que recondujese su actitud, los agentes le informaron de que podría incurrir en un delito de desobediencia grave, ante lo cual asestó a uno de los agentes un golpe en el brazo izquierdo, tras lo que fue reducido y engrilletado mientras pedía a las personas aglomeradas alrededor del altercado que «grabasen la agresión» y trataba de propinar patadas a los agentes. Una vez en el interior del vehículo policial siguió dando patadas, desencajando el marco de la puerta trasera derecha por lo que los agentes decidieron solicitar una ambulancia para que el facultativo médico valorase la posibilidad de sedarlo.
Ya en la ambulancia e inmovilizado, se autolesionó en presencia de los sanitarios, que procedieron a su inmediato traslado al hospital Álvaro Cunqueiro para su evaluación psiquiátrica.