La agente detuvo su vehículo en el margen de la vía, se apeó y se dirigió al lugar en el que ya se agolpaban más personas. Tras identificarse, tomó al recién nacido en su brazos y al ver que estaba muy amorotonado y presentaba dificultades para respirar, decidió aplicar maniobras de reanimación.
«Afortunadamente el susto no acabó en tragedia y tras aplicar la maniobra de Heimlich (colocar al lactante boca abajo, apoyado en su antebrazo sosteniendo su cabeza con una mano y sujetando su mandíbula, aplicó unas pequeñas palmadas entre los dos omóplatos) consiguió que volviese a respirar», explica la Jefatura de Policía en un comunicado.
Una ambulancia del 061 trasladó al bebé, nacido el 2 de febrero, hasta el Hospital Álvaro Cunqueiro, donde se encuentra monitorizado en la UCI. La madre, natural de Brasil, explicó que tras amamantar al niño, lo dejó sobre la cama un instante y cuando se acercó, observó que había vomitado y se había puesto muy rojo. En ese instante decidió salir a la calle con él en brazos para pedir ayuda y por fortuna se cruzó en su camino la agente fuera de servicio.