«A día de hoy, 19 años después, seguimos sin respuesta, cómo es posible que quedando cuatro meses sigamos así, es vergonzoso». Rosa Fernández-Cervera, la hermana de la joven asesinada en mayo de 2002, lanzó este martes en Vigo un grito de «desesperación» en busca de justicia para Déborah. Lo hizo durante la concentración que se celebró en la calle del Príncipe de Vigo, frente al Museo Marco, donde más de 200 personas acudieron a la convocatoria realizada por el colectivo Feminismo Unitario de Vigo.
Los participantes corearon el lema de la convocatoria «Xustiza para Déborah» y durante el acto se leyó un manifiesto de apoyo a la familia. Los concentrados solicitaron que el asesinato no quede impune. «Querémonos vivas, non estamos todas», aseguraron. Jessica Fernández y Maribel González Muñoz fueron las encargadas de leer el manifiesto. También habló la madre de Déborah.
A la conclusión del acto, la hermana de Déborah aseguró que la primera concentración realizada en la Porta do Sol, en abril de 2019, fue un homenaje a la sociedad de Vigo. «Su objetivo era demostrar que somos una sociedad entera pidiendo justicia para que el asesino de Déborah no siga en la calle», señaló en la calle del Príncipe de Vigo.
«Grito de desesperación»
«Ahora esto sí que ya es un grito de desesperación, quedan cuatro meses y la Justicia sigue sin hacer lo que corresponde, la Fiscalía sigue sin mover un dedo, solo ha pedido una prueba pericial en dos años. Eso no es un Juzgado de Instrucción, es una inocentada como este 28 de diciembre, que nos llevan haciendo desde hace 19 años», señaló Rosa.
Añadió también que la familia presentó hace un mes «un escrito demoledor en los juzgados, con 44 páginas en los que mis abogados han detallado todo minuciosamente, seguimos sin respuesta, y pensar que esto es lo que nos defiende deja bastante que desear».
Ultimátum de la familia
La familia pidió el pasado 26 de noviembre un ultimátum al Juzgado de Instrucción número 2 de Tui, que instruye la causa sobre el asesinato de la joven, para pedir que se llamara a declarar al exnovio de la fallecida, a quien considera principal sospechoso del crimen. De esta forma piden que en caso de no aceptarlo “seamos consecuentes cada uno con nuestros actos” y se archive el procedimiento.
Inspección del coche del exnovio
Peritos especializados de la Policía Nacional desplazados a Vigo desde Madrid ya inspeccionaron el pasado 30 de septiembre el coche del exnovio de Déborah Fernández. Su familia ha defendido siempre que la joven fue víctima de un asesinato, de modo que encargaron en su momento un informe médico legal pericial suscrito por un médico especialista en medicina legal y forense que determina “con una certeza moral, matemática y jurídica” que “estamos ante una muerte violenta de etiología médico-legal homicida por anoxia anóxica”.
Declaraciones en los juzgados
Una de las hipótesis es que Déborah fue asfixiada y que la manta objeto de análisis y cuyas firmas coinciden con las halladas por el Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid pudo ser la que se utilizó para cometer el crimen o envolver el cadáver.
Además, el pasado 21 de octubre declararon en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui dos policías y la prima de Déborah, Nuria Fernández Cervera, que habló con la fallecida el 30 de abril de 2002. Fue la última persona en hacerlo, diez días antes de que se hallase el cadáver.