1.- Empieza a prepararte lo antes posible
Si quieres vender rápido tu casa, empieza a prepararte desde el mismo momento que has decidido desprenderte de ella. Los expertos aconsejan dedicar un periodo de entre 90 y 180 días para ponerla al día, hacer reparaciones y ordenar antes de sacarla al mercado.
2.- Cuenta con el asesoramiento de un profesional
Un agente inmobiliario local puede darte información sobre casas similares en tu zona, las tendencias en los precios y qué puedes hacer para mostrar bien tu casa. Él te dirá si algunas reparaciones o renovaciones pueden mejorar la venta de la propiedad. En ocasiones es duro aceptar las críticas que los profesionales hacen de tu hogar, pero no debes ofuscarte ni enfadarte te digan lo que te digan. Ellos quieren lo mismo que tú: vender la vivienda.
3.- Ponla a punto
Tu casa debe lucir lo más fresca posible. Muchos vendedores dudan a la hora de hacer mejoras antes de poner su casa en el mercado, como cambiar las alfombras o las encimeras, porque creen que el comprador querrá elegir su propia decoración, pero los compradores quieren, con frecuencia, mudarse a casas ya listas para vivir. Eso sí, no olvides de retirar todos tus objetos personales porque es importante que los interesados en la propiedad sean capaces de verse a sí mismos viviendo allí.
4.- Controla tus gastos
Es bueno que hagas alguna reforma o cambies alguna que otra cosa en la vivienda antes de sacarla al mercado, pero ten cuidado y no gastes demasiado. Puede ser que no recuperes los costes de renovación si gastas en cosas que los compradores de tu zona no quieren.
5.- Desaparece de su vista
Aunque seas encantador –o encantadora– y tu familia también, debes ser consciente de que la mayoría de las personas que irán a visitar la vivienda se sentirán más cómodas con la presencia de un profesional que del propietario actual. Además, los dueños de las viviendas pueden tomar determinadas actitudes que hagan al comprador desistir de la compra o hacer una oferta a la baja.
6.- Mantén el ritmo
No desfallezcas. Incluso si has enseñado la casa 100 veces, sigue haciendo las camas, limpiando los fregaderos y los baños antes de que lleguen los visitantes. Quizás esa visita 101 sea la buena.